lunes, 1 de octubre de 2007

El niño que nunca pudo crecer

Había una vez, en San Javier, un niño llamado Lucas que nunca pudo crecer más que 45cm. Él se sentía triste porque todos los chicos del colegio San José del GB lo pasaban de estatura, ¡hasta los chicos de 1er grado!.
En ese colegio se hacían muchos deportes, como por ejemplo: básquetbol, fútbol, tenis, etc. Sus compañeros no lo dejaban jugar porque les decían que los petizos como él no saben jugar. Nadie lo quería, por su estatura lo rechazaban.
Cada año que pasaba él tenía la esperanza de que podía crecer, pero eso no sucedía.
Un día dijo:
-No puedo más estar así, cada año que pasa no puedo crecer ni si quiera 1 cm., tampoco puedo seguir aguantando a los chicos que ¡me tienen arto!, me dicen peti, petizo, pulga y un montón de cosas más.
Lucas se sentó y se puso a pensar, después de un rato dijo: -¡Ya sé lo que puedo hacer!, se fue saltando a su colegio, gritando jugaré,.... jugaré... saltaré... saltaré... pero... ¿que era lo que iba hacer?, estaba por practicar esos deportes para que il pudieran aceptar. El entrenaba, entrenaba y entrenaba hasta que pudo jugar.
Un día llego a la escuela contento, estaban jugando al básquetbol. Les pide permiso a los chicos para poder jugar, pero los chicos no quieren. Él insiste diciendo que sabía jugar, todos salieron y el se fue muy triste pero a la vez contento de si mismo.
Tres días después se jugaba un partido de básquetbol y se habían lesionado tres jugadores, todos se agarraron la cabeza y de pronto apareció Lucas con la vestimenta de su colegio. Todos se reían.
Lucas dijo:
- Yo con mi estatura, mis defectos -como todos los tenemos, uno al menos-, tengo derecho a jugar por colegio y por este curso, o ¿acaso hay una ley que me lo imponga. Todos se fijaron en el reglamento y no decía nada. Entonces el árbitro gritó: -¡este niño puede jugar!, Lucas entró a la cancha; el arbitro tocó el silbato y Lucas, en 10 minutos, hizo cinco goles en goles, nadie lo podía creer. EI partido se dio vuelta y ganó el equipo de Lucas. Todos sus compañeros lo abrazaron, lo felicitaron y le pidieron perdón.
Lucas se fue contento, con muchos amigos y sin problema por su defecto.
María Sofía Ávalos – 12 años
Colegio San José

1 comentario:

Anónimo dijo...

nos parece que esta dirección es muy buena ya que permite a todos los niños que quieran,expresar sus ideas.Nos despedimos con un grato saludo.


Sabry,Miky y Sony.