lunes, 1 de octubre de 2007

De dragones y reyes

el dibujo de la derecha es de Ana Sol Buchet (6to A)
Martina y el dragón
La semana pasada me pasó algo increíble. Mi nombre es Martina Lefco y estoy en 6to año. Tengo el pelo castaño con muchos rulos y ojos color té, hoy tengo el agrado de contarte mi historia.
Yo iba como todos los días al colegio (mi colegio se llama Belgrano y se encuentra en la ciudad de Buenos Aires). Entré, y como siempre me fui a hablar con mi amiga Celeste, hasta que tocó el timbre.
Estábamos dando matemática y me acordé de algo ¡no había hecho la tarea!. La señorita empezó a mirar las carpetas, miró la mía y me dijo -te vas a quedar a terminarla en el recreo.
Quince minutos después sonó el timbre. Todos salieron corriendo y yo me quedé sola en el aula. Tomé una tiza color blanca, y pensé ¿qué puedo dibujar? Enseguida me acordé del cuento que había contado la seño. Se trataba de un dragón muy malo que expulsaba fuego por la boca y vivía en una cueva oscura y tenebrosa.
Así fue que me puse a dibujarlo, le hice una cara espantosa con unas facciones muy malévolas y unos ojos rojos muy tenebrosos.
Luego me acerqué al suelo a juntar la tiza que se me había caído. Cuando volví a mirar el pizarrón mi dragón no estaba más y ahí lo vi. Estaba al lado mío, mirándome con sus ojos rojos. Me asusté tanto que me tuve que meter debajo de la mesa.
Pensé un momento y se me ocurrió decirle al dragón que volviera al pizarrón. Total, era mi dibujo y le podía ordenar lo que yo quisiera. Así lo hice, cuando él ya estaba en su lugar le dibujé unos ojos tiernos, una sonrisa muy dulce, una voz hermosa y su cara se transformó completamente. Además ahora tenía nombre se llamaba Ciro.
Nos hicimos muy buenos amigos y el me contó su vida, justo cuando dijo la última palabra escuche una voz:
-Martina, ¿terminaste tu tarea? -dijo la seño -Si, claro -Martina ¡no hiciste nada! ¿Qué estuviste haciendo hasta recién? -dibujando dragones señorita.
Así termina mi historia o mejor dicho lo que me pasó la semana pasada, por supuesto que la seño no me creyó nada de nada aunque yo le dije miI veces que lo que estaba diciendo era verdad.
Araceli Gervasoni - 12 años (6to B) - Colegio San José - San Javier


Un rey caprichoso
Una tarde, en un castillo de oro, se realizó al aire libre el cumpleaños del rey más caprichoso que había existido.
Ese día todo era elegancia y glamour. Los músicos entonaban una canción tan aburrida que hacía bostezar. Los adornos eran de colores opacos y oscuros. Nada en ese lugar era alegre y eso al rey no le agradaba. Por eso ordenó a sus súbditos llevarse todo eso a un lugar lejano, pero necesitaba otra idea para vestirse y adornar su morada.
Muchos diseñadores iban cada día al castillo. Uno de ellos fue con un traje de piel de oso polar pero el monarca dijo:
-Ni loco me pongo esa cosa, con esa ropa parezco un cubo de hielo.
Al día siguiente, un grupo de modistas fueron con un paquete a ver a don capricho o sea al rey. Le quisieron vender una vestimenta muy colorida entonces les reprochó diciendo:
-si yo me pondría eso toda la gente creería que soy un payaso.
Un día fue un personaje de la China llamado Oki. Era el sastre de ese país y él lo saludó al soberano así:
-Buenos días, su alteza.
-Buenos días - le respondió- me contaron que viene de la China, ¿Es cierto? El sastre dijo que sí. Luego le mostró todos los diseños de lentejuelas, plástico, monedas, lana peluda y hasta de hojas de los árboles. Al rey le fascinaron, así que se los fue probando, uno por uno. Al rato volvió con Oki y le dijo que todos eran hermosos pero a él no le quedaban bien. Entonces, el muchacho tuvo que volver a su país de origen.
Después de eso, ya cansado escucho el ruido de un camión pero no le hizo caso.
Se acostó a dormir una siesta. Y roncaba como un caballo. Al despertar, fue a pasear por su reino. En eso, vio que en la playa había una feria. Se sorprendió porque nunca antes había visto una así. Era grandísima, por eso, la fue visitando por partes. Primero se dirigió a las secciones de perfumes, sales de baño, shampoo, acondicionadores, accesorios y por último, la ropa. Entró, y se dio cuenta de que todo era lo que él buscaba. Unos chicos dijeron que era ropa de moda. El monarca se compró absolutamente todo. También como estaba tan contento compró en el lugar destinado al cotillón, muchos adornos para usar en las fechas importantes. Por fin solucionó su problema. Desde ese día envió a sus sirvientes a diseñar y fabricar ropa moderna.
Autoras: Milena Ungerer, María luz Curletto.Edades:9 y10 - Colegio San José 1121

5 comentarios:

Anónimo dijo...

me gusta mucho su pagina.
soy agustina del cristo en paraná- entre riós.

Anónimo dijo...

hola soy sofia de 6to año del cristo tmb en paranà . muy buena la pag.



hasta su proxima
presentacion





















mucha suerte sofia

Anónimo dijo...

hola soy sool me gusta la pagg

sol salas

Ju@ncho_Yuri dijo...

che no sean malos y publiquen mi cuento... dale??

porfass

Anónimo dijo...

hola!!soy cami de 8vo año, del centenario,pna.
muy buena la pagina. besos